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Liceo Andres Bello A-94

NOTICIA DEL CLARIN ARGENTINA........ (CON LA REALIDAD NO! COMO LA PRENSA NACIONAL VENDIDA POR EL NEGOCIO DE LA EDUCACIÓN)

TENSION EN CHILE

Una rebelión escolar que marca un hito en la agenda del gobierno





PROTESTAS. Un estudiante chileno arroja una piedra a la Policía desplegada en el centro de Santiago. (AP)






Mónica González
mgonzalez@clarin.com


Abajo la Loce (Ley Orgánica Constitucional de Educación)", reza el gigantesco lienzo negro que cubre el frontis de la Universidad de Chile, una de las dos más importantes del país, en la Alameda, vía central de Santiago. Un lema que recuerda el lienzo que decía "El Mercurio miente" y que, enarbolado desde el frontis de la Universidad Católica en 1967, en la misma avenida, dio el vamos al principal movimiento de reforma universitaria del país que ayudó a cambiar radicalmente sus arcaicas estructuras.

La comparación no es banal. Porque hoy hay consenso de que, sea cual sea el resultado de la inédita protesta de los estudiantes secundarios, la "rebelión de los pingüinos" —como se los conoce por sus uniformes escolares— marcará un hito en la agenda política y social del gobierno de Michelle Bachelet y en la crítica de fondo al sistema de educación imperante.

Más allá de sus reivindicaciones —pase escolar, transporte y prueba de selección universitaria (PSU) gratuitos, entre otros puntos— los escolares han logrado instalar en el país la convicción de que el modelo educacional requiere cambios de fondo y ya no más presupuesto para parchar los déficits.

Y en el primer lugar de la agenda hoy está la discusión de cómo se reforma el sistema para terminar con las fracturas que inciden en la mala calidad de la educación e impedir que se siga reproduciendo la brecha entre una educación para pobres y otra para ricos. Lo que está en juego hoy es qué rol tendrá el Estado para garantizar el cambio.

"En términos económicos, nuestro movimiento ha sido un éxito, pero en cuanto a estructuras, en lo que se refiere la Loce, la Presidenta ha sido ambigua. No depondremos nuestro movimiento hasta que no se diga cómo y cuándo se modificará la ley", afirmó Karina Delfino, una de las voceras principales del movimiento estudiantil.

Y Bachelet los escuchó. Ayer, mientras los estudiantes —secundarios y universitarios— desarrollaban su paro en todo el país apoyados con menos expectativas que las anunciadas, pero con paros parciales de los empleados fiscales y los trabajadores portuarios, la presidenta reiteró que sus demandas eran "justas y legítimas" y anunció que hoy enviará al Congreso un proyecto que modifica la ley en un principio básico: aquel que garantiza en rango constitucional el acceso a una educación de calidad. Y serán los tribunales de justicia los que deberán actuar si un ciudadano considera vulnerado su derecho.

El cambio de fondo, el que termine con la educación como eslabón del mercado, restituyendo exigencias para que no degeneren en un simple negocio así como evaluaciones que garanticen la calidad de sus docentes, tendrá serios obstáculos.

No sólo la UDI, el principal partido de derecha, ha dicho que se opone a todo cambio de la Loce. También en los partidos oficialistas han proliferado los dueños de colegios y universidades privadas. Que es un gran negocio, no hay duda. Basta decir que entre los que redactaron la ley está un ex ministro y una ex subsecretaria de Pinochet, René Salamé, hoy vicerrector de una universidad privada; y Alicia Romo, hoy rectora de otra universidad privada.

Antes de cumplir sus primeros cien días en el gobierno chileno, la agenda de Bachelet fue desafiada y modificada por miles de jóvenes que hoy exigen cambios de fondo al sistema. Nadie esperaba que fueran los pingüinos los que escribieran la primera página de la era post Pinochet.

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